Concepto:
La obra recrea la confluencia entre idea y materia, a través de un
viaje imaginario por diferentes “cámaras”, representadas por áreas armónicas en
una sucesión determinada. Partiendo de Do como sonido fundamental, su serie
armónica representa el espacio donde cristalizan idea y materia, y contiene
todas las demás series, las cuales se revelan como microuniversos
creados por el viajero según su punto de vista subjetivo y determinante del
estado emocional. Así, cada serie o “cámara” tiene un carácter distinto y es
una configuración peculiar del espacio sonoro. El camino recorrido constituye
una revolución en la espiral del sonido Do (introducción) dentro de la octava
de su armónico 8º (1ª cámara) a través de seis peldaños: Re9, Fa#11, Mi10, Si15, sol#13, La#14 (cámaras 2ª a
7ª). En el final (8ª cámara), la superposición de las series de Re y Do transformádo en armónico 9º marca el límite de tensión y
una barrera para el viajero, eternamente confinado en su sueño.
Realización:
La configuración sonora (la idea), rigurosamente armónica es creada por síntesis aditiva de sonidos puros (sinusoidales), conformando un continuo de diferentes densidades que evoluciona de una serie a otra (de una cámara a otra) de manera “cuantizada”. Las transiciones de una serie a otra se realizan exponiendo la fusión o, en su caso, la “fricción” entre armónicos destacados de las dos, dentro de la octava en que se concibe el viaje. Por ejemplo, entre Re9 y Fa#11 (2ª y 3ª cámaras) se parte del 10º armónico de Re (Fa#45 de Do) como puente hacia Fa#44 , 4º armónico de Fa#11, con el cual interacciona. De ahí los batidos que caracterizan ésta transición.
Como visiones subjetivas de la materia y el mundo orgánico, sobre ese continúo emergen sonidos de diferentes texturas provenientes de muestras audio, sometidas en diferente medida a procesamientos cuyo fin es “impregnar” sus timbres de las cualidades armónicas de la cámara en cuestión. Obtenidos muchos por análisis y filtrado espectrales o la producción de resonancias y envolventes con simuladores de espacio, y sin manipulación alguna otros, estos objetos sonoros dibujan la dramaturgia de la pieza y un cuadro en claro-oscuro desde la luz --la conciencia de su origen-- hacia la confusión.